¿Por qué nieva?

POR QUÉ NIEVA
El vapor de agua está formado por moléculas de agua que al evaporarse se dispersan en el aire.
Del mar, de los ríos, de los la­gos y de todos los sitios donde existe agua, se eleva el vapor. Pro­viene también de los seres vivien­tes, animales y plantas. El vapor es más liviano que el aire (un litro de aire pesa 1,293 gramos, y uno de vapor, aproxima­damente 8 decigramos), y por lo mismo, asciende. A medi­da que se eleva, el vapor se acumula en las capas más altas del aire, hasta que éste tiene la máxima cantidad de vapor que pueda contener. Para ilustrarlo mediante un ejemplo, tomemos una esponja, que absorbe agua; cuando está satu­rada, o sea empapada al máximo, podría ser sumergida en el mar y no absorbería ni una gota más de agua. L/o mismo sucede con el aire: cuando está completamente em­papado de vapor de agua, se dice que está "saturado". El aire saturado de vapor de agua, al ascender se encuentra con una temperatura cada vez menor y a veces llega hasta "sobresaturarse"; es decir, a contener una can­tidad de vapor mayor de la necesaria para saturarse.


LOS NÚCLEOS DE CONDENSACIÓN
Entonces aparecen dos de las condiciones necesa­rias para la producción de la nieve: aire sobresaturado de vapor y tempera­tura muy baja (entre los 12 y 20 grados bajo cero). Pero esto no basta. Falta una tercera, muy impor­tante: los núcleos llama­dos de condensación.
¿Qué son estos núcleos? Muy sencillo, son peque­ñísimos corpúsculos sóli­dos que vagan en el aire: microscópicos granitos de arena, partículas de hu­mo y de cenizas, etc.

Con la presencia de los núcleos de condensación se puede formar la nieve. Veamos cómo:
1) Las moléculas del vapor de agua se acercan, adhiriéndose unas a otras entorno al nú­
cleo de condensación, y formando diminutas gotas de agua.
2) Se solidifican rápidamente (pasan del estado líquido al sólido), al mismo tiempo que
van formando una multitud de pequeñas agujitas de hielo.
3) Las agujitas se reúnen durante la caída en formas geométricamente perfectas, que
se llaman cristales, resultando esa maravilla que se observa en la figura 3.
4) Un cierto número de cristales reunidos forma, finalmente, el copo de nieve.


EL CRISTAL DE NIEVE
Hemos dicho que el cristal es una maravilla de la naturaleza. Al examinar algunos con el microscopio, observaremos una cosa admirable: tienen formas muy variadas, como pequeños y delica­dos bordados, pero todos con seis puntas, sin excepción alguna. ¿Por qué? ¿Sobre la base de qué prodigioso mecanismo? Es uno de los tantos misterios que nos rodean. Si tuviésemos la posibili­dad y la paciencia de examinar centenares y millares de cristales, podríamos notar algo más, que pa­rece casi increíble: no existen dos cristales iguales. Desde la primera nevada que cayó sobre la Tierra, hasta hoy, no hubo dos cristales iguales. He aquí las cifras que ilus­tran esta minúscula maravilla: diámetro: de 2 a 4 mm.
Peso: 1 / 200 de gramo.