Durante el siglo XVI, las monedas de plata acuñadas en St. Joachimsthal, un pueblo de Bohemia, se creía que contenían la plata más pura. Esta moneda muy apreciada se llegó a conocer como la Joachimsthaler, una palabra que fue acortada a Thaler.
En algunos lugares de Europa, la palabra se convirtió en Daler. Este fue el nombre de algunas monedas españolas que se habían utilizado en las Colonias antes de la Independencia estadounidense. En 1785, cuando el Congreso de Estados Unidos decidió empezar a emitir dinero, optaron por esa palabra, escrita como dollar (dólar), para la unidad de su nueva moneda.
Las monedas suecas de diez daler, acuñadas en 1644, ¡pesaban más de 19 kilos cada una!
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