Las supernovas, el mayor depliegue de inestabilidad estelar son, de hecho, fenómenos astronómicos muy raros.
La última conocida en nuestra galaxia ocurrió alrededor de 1680. Sus residuos, una tortuosa nebulosa llamada Casiopea A, es visible actualmente sólo con ayuda de un gran telescopio, pero algunos astrónomos creen que la errática Betelgeuse (Alpha Orionis) está a punto de estallar.
A una distancia de 425 años luz, una supernova de Betelgeuse sería visible durante todo el día y produciría sombras en la noche. Betelgeuse es una estrella supergigante roja en la constelación de Orión.
Fuente: Discover