Rarezas en el mar de Tasmania

   En el mar de la costa sur de Tasmania, Australia, fue descubierta la increíble cantidad de 274 nuevas especies de animales marinos. El hallazgo se logró gracias al Proyecto para la Salud de las Insignias Oceánicas, que consiste en hacer un inventario de las especies marinas australianas. También se encontraron ochenta nuevos montes marinos. Esta investigación solo abarcó dos de las catorce reservas que tiene ese país. Los montes son vestigios de antiguos volcanes y se elevan entre 200 y 500 metros por encima del lecho marino, sitios que son hogar de numerosas especies de coral y esponjas.

   Entre las especies encontradas está el ejemplar del cangrejo Richopeltarion, uno de los crustáceos que vive a mayor profundidad en el mar. También se descubrió una mantarraya de la que sólo se conocía un espécimen muerto que apareció en las costas de Australia. Otra de las rarezas fue una esponja cristalina, tan frágil que no es posible trasladarla a la superficie sin romperla.

Los mares son más ácidos


   Aunque muchos creían que el equilibrio químico del mar era inalterable, la investigación llevada a cabo por científicos de Suecia y Australia descubrieron que el Ph del agua ha bajado 25 por ciento durante la era industrial. Esto implica que el índice de acidez ha subido, lo que afecta la reproducción de varias especies del mar. Una de las más perjudicadas es el erizo de mar, que como la mayoría de invertebrados se reproduce liberando sus huevos en el agua para que el macho los fertilice, pero en un ambiente de mayor acidez su capacidad reproductora se reduce 25 por ciento porque el esperma del macho viaja más despacio y además el proceso larvario es más lento lo cual puede llegar a ser un gran problema para su supervivencia.



Los molinos de viento y de agua

   Molino de viento

   Hacia el año 1000 aparecieron, en Persia, unos artificios mecánicos constituidos por unas aspas montadas sobre un eje que movía una muela. Estos molinos, adoptados luego por los árabes, llenaron de admiracion a los cruzados, que trajeron la idea a Europa.

   El empleo del molino de viento planteaba problemas más complejos que el molino de agua. Aunque la energía hidráulica no es constante en su caudal, en cambio si lo es en su dirección. Para aprovechar el viento, es preciso orientar las aspas de forma conveniente, y para ello existen dos soluciones posibles: hacer que toda la instalación gire sobre un eje vertical, y en este caso los molinos se construían con madera, o bien hacer movible únicamente el casquete que lleva las aspas. cosa que permitía edificar el cuerpo del molino con ladrillo o piedra, construyendo con madera solamente el casquete y las aspas.