¿Lograremos la teletransportación algún día?

Lo que siempre había sido un sueño de la ciencia ficción parece que puede hacerse realidad después de todo.

¿Quién no ha deseado teletransportarse como sucede en la famosa serie Star Trek?

Según lo explica el físico Michio Kaku de los EE.UU. en su libro Física de lo imposible, ya se cuenta con la tecnología y el conocimiento para conseguir lo que en el pasado parecía una locura más de la ciencia ficción. Los físicos hoy ya pueden teletransportar átomos a través de una habitación.

Un humilde principio, sí; pero como se dice por ahí: de átomo en átomo se llena el vaso.

¿Cuál es el río más grande del mundo?

La fuerza y caudal del río Amazonas es tan grande que sus aguas dulces se pueden encontrar, casi sin cambios, a 160 km en el Atlántico.

Sumerge un vaso en el océano en cualquier otro lugar y trata de beber el agua. No se puede porque es muy salada. Pero 160 km de la costa de Brasil, donde el Amazonas desemboca en el Atlántico, el agua sigue siendo dulce, y no salada.

El gran Amazonas de hecho empujó las aguas del Atlántico a un lado. La desembocadura del río tiene 300 km. Justo en el medio de ella se encuentra la isla de Marajó, que es tan grande que es casi del tamaño de Suiza.

Todos los días, casi 30 billones de litros de agua salen de la boca de este río. Esa es suficiente agua para atender todas las necesidades de agua de EE.UU. durante tres semanas. La gente cree que el río Nilo en África, es casi tan grande como el Amazonas, pero no lo es.

El Nilo y el Amazonas prácticamente tienen el mismo largo, pero el último lleva 60 veces más agua.

¿Hay dunas de arena en Alaska?

En la región noroeste de Alaska, hay un valle impresionante. Es el valle del río Kobuk.

Aquí, a 65 km por encima del Círculo Polar Ártico, hay dunas de arena, ¡algunas de las cuales tienen 30 metros de altura! El valle del río Kobuk se parece al desierto del Sahara, con grandes extensiones de arena sin fin.

Hay una gran diferencia. Aquí, en invierno las temperaturas llegan hasta a unos estremecedores 40 grados C bajo cero. Es en el verano cuando el sol nunca se pone en el Ártico, que la arena del Kobuk se calienta a unos sorprendentes 37 grados C o más.

Algunas partes de este valle han sido declaradas monumento nacional y está bajo el cuidado y la gestión del Servicio de Parques Nacionales de los EE.UU.