Datos fascinantes sobre las cuerdas vocales

• Las cuerdas vocales crecen, desde 6 mm al nacer hasta 30 mm en un hombre adulto. Las cuerdas vocales de una mujer adulta son mas pequeñas, de unos 20 mm.

• Una persona adulta puede cantar aproximadamente dos octavas desde las notas más agudas hasta las más graves. Un bajo (cantante de voz grave) puede alcanzar notas más graves que las del piano, y las mujeres que tienen las voces más tipladas (de soprano) pueden cantar notas más agudas que las de un piano.

¿Puedes tragar "de cabeza"?

   Trata de hacerlo con un vaso de agua y un popote (pajilla) doblado, ponte de cabeza y da unos cuantos sorbos. Se puede! Desde luego no es nada especial: los caballos y las jirafas lo hacen todo el tiempo. Esto es posible porque el esófago consiste en miles de bandas de fibras musculares circulares que conocemos como músculo liso, y que actúan en forma suave, a través de ondas llamadas movimientos peristálticos. Las bandas se constriñen una después de otra desde la garganta hasta el estómago, empujando los alimentos o las bebidas en dirección a la parte inferior del esófago, casi de igual manera que cuando exprimimos el tubo de pasta dentífrica. Cuando llegan los alimentos al estómago, se abre una válvula y pasan.

¿Por qué sube y baja la manzana de Adán cuando tragas?

   Es para impedir que los alimentos tomen el camino equivocado. En la parte posterior de tu lengua, justo debajo de ella, hay una especie de aletilla de tejido llamada epiglotis. Cuando respiras se queda inmóvil. El aire no pasa por el esófago, porque esta tapado por la laringe. Sin embargo, al tragar los alimentos se lleva a cabo un complejo proceso que desvía la dirección del conducto en la garganta, como las "agujas" de los cambios de vía en los ferrocarriles.
   Tu laringe sube y se desplaza hacia adelante por debajo de la epiglotis, con lo cual se sella la tráquea. Al mismo tiempo, la lengua hace presión contra el paladar duro, empujando el alimento o la bebida hacia atrás, y el paladar blando bloquea las fosas nasales para que no se vayan a la nariz. Así, a los alimentos solo les queda un camino a seguir, y es el del esófago, que ha quedado abierto por el movimiento de la laringe.


¿Qué pasa si los alimentos se van por el camino equivocado?
Si por accidente algún alimento o bebida se introduce en la laringe, es detectado inmediatamente por células muy sensibles al tacto. Envían impulsos al cerebro, para provocar la tos y expulsar partículas intrusas.