El macizo del Olimpo

   En los montes del Olimpo se hallan las más elevadas cumbres de Grecia. Los pueblos de la Grecia clásica situaban en la cima de las montañas del Olimpo la residencia de sus numerosos dioses.
   El Olimpo forma un macizo montañoso, cuyo pico más elevado alcanza los 2917 metros. Cerca de el, a 2 911 metros se alza el Olympos, o trono de Zeus. Los griegos hicieron de este macizo nevado, y para ellos inaccesible, el refugio de Zeus, el más importante de sus dioses. al cual imaginaban escondido tras una permanente cortina de nubes, habitando un fastuoso palacio que albergaba a todos los personajes de la mitología. Creían que desde su altura, los dioses podían observar toda la tierra e intervenir a su capricho en el destino de los pueblos y de los hombres. Y cuando se disipaban las nubes y se descubrían las nieves eternas, los mortales creían ver brillar los techos y las ventanas del palacio del Olimpo...

El monte Real de Montreal

   Montreal, importante ciudad canadiense, se extiende en una gran isla situada entre la orilla de las Praderas y la del río San Lorenzo. Una colina boscosa y verde parece recostarse sobre la ciudad: el Monte Real.
   En 1642, unos misioneros encargados de evangelizar la región fundaron Ville-Marie-de-Mont-Royal. En el transcurso de los años, la joven ciudad fue abreviando y modificando su nombre hasta convertirse en el actual Montreal. Actualmente es una ciudad que sobrepasa los dos millones de habitantes, la mayoría de los cuales descienden de colonos franceses y hablan también en francés. Así puede decirse que Montreal es, después de París, la mayor ciudad francesa del mundo, mayor que Marsella o Lyon. Ciudad moderna, en su zona central abundan los rascacielos y sus calles rectilíneas tienen 10 e incluso 20 kilómetros de longitud. En los mismos límites de la ciudad comienza ya la región de los grandes bosques.

El cabo de Buena Esperanza



   Este cabo, el más conocido de los promontorios africanos, se halla situado en el extremo sur del continente. Da nombre a la ciudad de El Cabo (Capetown) y a la provincia del mismo nombre de la Unión Sudafricana.
   En 1487, el navegante portugués Bartolomé Díaz descubrió el alto promontorio rocoso que parece limitar el sur de la costa atlántica africana. Lo denominó "cabo de las Tormentas" por el aspecto amenazador que en aquel lugar presentaba el océano, agitado por un viento furioso. El rey Juan II prefirió el nombre de "Cabo de Buena Esperanza", pues esperaba que después de cruzarlo los navegantes descubrirían, por fin, el camino de las Indias. En 1497, Vasco de Gama dobló el cabo por vez primera: la "Buena Esperanza" no podía quedar desmentida. En la actualidad, la zona se ha convertido en una reserva de pájaros, de fauna marina y terrestre y también de la flora regional.