LOS primeros "ingenieros" fueron ciertos especialistas en hidráulica y obras públicas. Y naturalmente, entre ellos deberán contarse los constructores de los canales excavados en la Mesopotamia y el antiguo Egipto, y en las diferentes obras públicas, tales como templos, murallas, pirámides, etcétera, levantadas en las urbes desde la mas remota antigüedad.
También entre los griegos la ingeniería se ocupo especialmente de agrimensura y construcciones de albañilería civil y militar. Se hicieron progresos en la construcción de galerías, acueductos técnicamente perfectos, puentes que resistieron durante siglos, etc. Los conocimientos de mecánica eran imperfectos, aunque los romanos ya conocían y usaban los cojinetes esféricos (como se ha comprobado por los hallazgos hechos en las naves romanas del Lago de Nemi). Los griegos combinaron mecanismos ingeniosos para abrir puertas, mover los brazos de las estatuas de los dioses, etc. En el Medioevo aumentaron los conocimientos mecánicos, especialmente aplicados a la fabricación de las armas, pero los resultados prácticos fueron escasos. Y es fácil entender el por qué: en primer término estaba el secreto militar. Luego, el secreto familiar, porque los secretos técnicos eran transmitidos de padre a hijo y permanecían sepultados en los ambientes familiares. Finalmente, el enorme costo, y por ende la escasez de manuscritos sobre materia técnica, volvía muy lenta la difusión de los resultados prácticos. La primera colección de bosquejos de mecanismos que se conoce, es de un ingeniero francés de 1250. Leonardo de Vinci, mas tarde, hizo estudios notables en la ingeniería. Trató los problemas técnicos con la mentalidad de un ingeniero moderno, y fue el primero que estudió y agrupó sistemáticamente los resultados de los experimentos. En todos los campos obtuvo directamente un conjunto orgánico de nociones. Sus investigaciones sobre la dinámica de los fluidos y la resistencia de los materiales resultan sorprendentes para su época. En el siglo XVI la técnica comenzó a separarse de la ciencia pura. En el periodo siguiente, durante casi dos siglos, se efectuaron lentos avances en el campo de la ingeniería. Hubo, en cambio, notabilidades en las matemáticas, en la física y en la astronomía (Galileo, Kepler, Newton, Torricelli, etc.), pero ninguno de ellos se dedicó a estudios de ingeniería propiamente dichos. Especialmente durante el siglo XVII, los técnicos efectuaron cálculos y búsquedas usando con amplitud la matemática de aproximación. La verdadera escuela de ingeniería fue abierta en París en 1747, y fue la famosa "Escuela de puentes y caminos". Al año siguiente, en Mezieres, también en Francia, se abrió la "Escuela de los ingenieros". La Revolución Francesa, con el poderoso impulso que dio a los estudios y a la cultura, llevó a la creación del primer Politécnico (París, 1794-1795) y de varias escuelas de aplicación. Después de las mencionadas aparecieron dos famosas escuelas de ingeniería: la, "Escuela Técnica Superior" de Praga, en. 1806, y una escuela similar en Viena, en 1815. Asi comenzaba el glorioso periodo de la ingeniería, el siglo en que fueron construidas grandiosas obras técnicas, y durante el cual los estudios se fueron haciendo paulatinamente cada vez más profundos.
Vivimos, ahora, en el mundo de la técnica y de la ciencia. Y la ingeniería se ha convertido, sin lugar a dudas, en una de las bases del progreso humano.
Canal de Panamá
América constituía una barrera sin fisuras entre el Atlántico y el Pacífico. Actualmente, sin embargo, el canal de Panamá, construido en América central, permite a la navegación el paso de uno a otro océano.
Iniciado en 1880 por el francés Fernando de Lesseps, el canal de Panamá fue terminado en 1914 por ingenieros americanos. Tiene 79,6 kilómetros de largo, una profundidad siempre superior a los 12 metros, lo cual permite surcarlo a los navíos de menos de 35000 toneladas: entran por el puerto de Colón, siguen un canal rectilíneo de 15 kilómetros, pasan por tres esclusas y entran, 26 metros más arriba, en el lago de Gatún. Entonces atraviesan el lago, llegan hasta el estrecho de la Culebra, que corta la cordillera montañosa a 85 metros de altitud, y descienden luego hacia el Pacífico por tres esclusas de 305 metros de longitud. Pero los petroleros gigantes no pueden pasar por el Culebra. Por ello, se intenta alargarlo y darle mas profundidad.
Iniciado en 1880 por el francés Fernando de Lesseps, el canal de Panamá fue terminado en 1914 por ingenieros americanos. Tiene 79,6 kilómetros de largo, una profundidad siempre superior a los 12 metros, lo cual permite surcarlo a los navíos de menos de 35000 toneladas: entran por el puerto de Colón, siguen un canal rectilíneo de 15 kilómetros, pasan por tres esclusas y entran, 26 metros más arriba, en el lago de Gatún. Entonces atraviesan el lago, llegan hasta el estrecho de la Culebra, que corta la cordillera montañosa a 85 metros de altitud, y descienden luego hacia el Pacífico por tres esclusas de 305 metros de longitud. Pero los petroleros gigantes no pueden pasar por el Culebra. Por ello, se intenta alargarlo y darle mas profundidad.
El Canal de Suez
Hasta que se construyo el canal de Suez, Asia y África estaban unidas por un istmo de 160 kilómetros de anchura. El canal de Suez, que permite a los buques pasar del mar Rojo al Mediterráneo (y viceversa) ha aislado entre si a los continentes africano y asiático.
Es un canal artificial a nivel -es decir, sin esclusas- que corta el istmo de Suez y, por tanto, separa África de Asia y enlaza directamente los mares Mediterraneo y Rojo. Su longitud total es de 164 kilómetros y su anchura oscila en la superficie entre 80 y 135 metros. A lo largo del mismo existen varios muelles, con dársena incluida, que permiten que se crucen los grandes navíos, sobre todo los grandes petroleros que se dirigen a Extremo Oriente. La idea de construir un canal en el istmo de Suez se remonta a la época de los faraones, pero fue el ingeniero francés Fernando de Lesseps quien, tras interesar a Napoleón III y al virrey de Egipto, Mohamed Said, empezó su construcción en 1859, para terminar en 1869. El canal, que es de libre tránsito por convenio internacional, fue nacionalizado por el presidente egipcio Nasser en 1956.
Es un canal artificial a nivel -es decir, sin esclusas- que corta el istmo de Suez y, por tanto, separa África de Asia y enlaza directamente los mares Mediterraneo y Rojo. Su longitud total es de 164 kilómetros y su anchura oscila en la superficie entre 80 y 135 metros. A lo largo del mismo existen varios muelles, con dársena incluida, que permiten que se crucen los grandes navíos, sobre todo los grandes petroleros que se dirigen a Extremo Oriente. La idea de construir un canal en el istmo de Suez se remonta a la época de los faraones, pero fue el ingeniero francés Fernando de Lesseps quien, tras interesar a Napoleón III y al virrey de Egipto, Mohamed Said, empezó su construcción en 1859, para terminar en 1869. El canal, que es de libre tránsito por convenio internacional, fue nacionalizado por el presidente egipcio Nasser en 1956.
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