La Batalla de Junín

   El 6 de agosto de 1824 se libro esta acción de guerra, durante la lucha de independencia de los países sudamericanos, en la meseta peruana del mismo nombre. Fue más un combate de caballería que un cheque total entre el ejército insurgente y el realista.
   La batalla de Junín preparó la victoria de Ayacucho. Inicialmente, triunfaban los realistas, que apresaron al general Necochea; pero en la última parte de la lucha, Bolívar decidió el combate con las fuerzas de caballería, a las que premió con el nombre de húsares de Junín.

Sor Juana Inés de la Cruz

   En Nepantla, un pueblo no muy lejos de la ciudad de México, en la falda del volcán Popocatepetl cubierto de nieve, nació Juana de Asbaje (1651-1695), cuando el país era una colonia con el nombre de Nueva España. La literatura española pasaba entonces por una de sus épocas mas brillantes, que se ha llamado el Siglo de Oro. Pero es casi milagroso que un reflejo de esa cultura superior se manifestara en una lejana colonia, en una mujercita de modesta cuna.
   Juana de Asbaje demostró un gran deseo de aprender y cultivar todo lo que la ciencia de su tiempo podía ofrecerle. Estudio gramática, física, astronomía y filosofía. Renunció a la vida mundana y se hizo monja, tomando el nombre de Sor Juana Inés de la Cruz.
   En el convento pudo dedicarse mejor a las letras, y escribió tan bellos poemas y comedias que mereció el titulo de "Décima Musa" americana.
   En sus ultimos años se entrego completamente a la vida religiosa y murió durante una epidemia de peste, contagiada al cuidar a sus compañeras de reclusión.
   Sor Juana escribió poesías de muy diferentes formas, y comedias en verso.
   En muchos de sus escritos domina el estilo de su época, a veces muy refinado. También escribió versos sencillos, que tienen un caracter regional. Por eso se dice que Sor Juana no es solamente una poetisa española, sino americana y criolla.

La historia de Juana de Arco

   Al leer la historia de Juana de Arco (1412-1431), se piensa en un cuento de hadas. Juana era una muchacha campesina que no sabía leer ni escribir, y se convirtió en jefe de los ejércitos franceses; revestida con una brillante armadura, condujo a los soldados al triunfo. Cuando fue coronado el rey de Francia en la catedral de Reims, ella estaba de pie a un lado del trono. Pero allí termina el cuento de hadas, porque la historia de Juana no tiene un desenlace feliz.
   Juana vio la luz primera en Domremy, aldea situada al norte de Francia, donde su padre tenía una granja.
   En aquella época, Francia no era un país prospero. Casi durante cien años había estado en guerra con Inglaterra, que aliada a los habitantes de Borgoña, tenía en su poder gran parte de la región norte del país. El príncipe que debía ocupar el trono de Francia, el delfín Carlos, no había sido coronado aún. Por desgracia, era un ser egoísta y de carácter débil.
   Un día, mientras cuidaba Juana las ovejas de su padre, escuchó unas voces misteriosas que le ordenaban ayudar al delfín, libertar la ciudad de Orleans y hacer consagrar en Reims a Carlos VII.
   Juana cumplió con el mandato divino y se convirtió en la heroína de la lucha nacional. Pero los ingleses la apresaron, "la juzgaron y la declararon culpable de hechiceria. Juana de Arco fue quemada en Ruán, el 30 de mayo de 1431. Tenía 19 años.