¿Por qué nos cortamos el cabello?


   La única razón para cortar el pelo es la de ofrecer mayor comodidad y seguir la moda. La antigua idea que su­ponía el aumento del grosor del cabello si se cortaba con frecuen­cia e incluso si se afeitaba, ya no es válida. Parece que esta falsa creencia se originó al observar que los jardineros cortan los brotes de los rosales para que crezcan con mayor fuerza. Cuando el pelo sale del cuero cabelludo ya está com­pletamente desarrollado por lo que no se afecta su velocidad de crecimiento o su tamaño, por mu­cho que se corte o se afeite.

¿Dónde nace el gran río Misisipí?


   El río Misisipí nace en el pequeño lago Itasca, situado en el nordeste del estado de Minnesota, a la altura de la región de los grandes lagos americanos.
   "Aquí, a 440 metros sobre el nivel del mar, inicia el poderoso Misisipí su tor­tuosa ruta hacia el golfo de México, antes de recorrer una distancia de 3 980 kilómetros." Con estas frases, un letrero indica al viajero el emplaza­miento de las fuentes del más célebre río norteamericano, que, junto con su afluente el Missouri, forma parte del trío de los ríos más largos del mundo (los otros dos son el Nilo y el Amazonas). En su lugar de nacimiento, nada per­mite imaginar que este arroyo de 60 cen­tímetros de profundidad que discurre entre cañaverales vaya a acabar apor­tando al Atlántico una cantidad de 40 000 m3 por segundo, producto de sus 250 afluentes principales. Junto a modernos buques surcan sus aguas pintorescas embarcaciones de paletas.

LOS MÁS GRANDIOSOS MONUMENTOS DE LA ROMA ANTIGUA


   Observemos el plano de la Roma antigua. La ciudad se extiende totalmente a la orilla izquierda del Tíber. De tal manera que el río constituía, al menos por un lado de la ciudad, una magnífica defensa natural contra eventua­les ataques. Sólo en el último período de engran­decimiento Roma rebasó el Tíber, pero el barrio transtiberino fue sólo un aledaño de la ciudad.
   Otra observación que podemos hacer sobre el plano de la ciudad es esta: Roma parece for­mada por dos ciudades, una dentro de la otra. La más antigua está cerrada dentro de las lla­madas murallas de Servio Tulio, levantadas sin embargo después de la invasión de los galos; o sea posteriores al rey de quien llevan el nombre. La más externa de las ciudades está delimitada por las murallas aurelianas. De hecho Roma, con el correr de los siglos, se fue agrandando cada vez más; en el año 271 después de Cristo, el emperador Aureliano, para defensa de la ciu­dad, levantó otra nueva línea de murallas que encerraba una superficie tan extensa casi como la de la actual Roma.