Pompeya fue una ciudad próspera y activa. Una brutal erupción del Vesubio, tras largos años de inactividad del volcán, la sepulto enterrándola bajo lava y ceniza, y aunque no la arraso totalmente la convirtió en una ciudad muerta. Los habitantes que no tuvieron tiempo de huir murieron asfixiados por los gases nocivos, o bajo la densa lluvia de piedras pequeñas y esponjosas, parecidas a la piedra pómez. A partir de 1750, fecha en que se iniciaron los trabajos de excavación en las cercanías de Nápoles, la ciudad ha sido desenterrada y los objetos y el mobiliario encontrados han permitido reconstruir con mucha precisión la vida cotidiana de la ciudad. Los habitantes sorprendidos por la muerte quedaron sepultados entre las cenizas, en las cuales se descubren impresionantes figures humanas.
Las ruinas de Pompeya
Pompeya fue una ciudad próspera y activa. Una brutal erupción del Vesubio, tras largos años de inactividad del volcán, la sepulto enterrándola bajo lava y ceniza, y aunque no la arraso totalmente la convirtió en una ciudad muerta. Los habitantes que no tuvieron tiempo de huir murieron asfixiados por los gases nocivos, o bajo la densa lluvia de piedras pequeñas y esponjosas, parecidas a la piedra pómez. A partir de 1750, fecha en que se iniciaron los trabajos de excavación en las cercanías de Nápoles, la ciudad ha sido desenterrada y los objetos y el mobiliario encontrados han permitido reconstruir con mucha precisión la vida cotidiana de la ciudad. Los habitantes sorprendidos por la muerte quedaron sepultados entre las cenizas, en las cuales se descubren impresionantes figures humanas.