Algunos estudios han arrojado datos en este sentido. Los efectos de los altos niveles del llamado "colesterol malo" (LDL) en la sangre, que afecta a las arterias, están muy bien estudiados. No así las consecuencia de su baja producción.
Un estudio de este año, llevado a cabo por la psicóloga Beatrice Golomb, de la Universidad de San Diego, California (EE.UU.), comparó datos de pacientes suicidas y notó que muchos de ellos sufrían de niveles bajos de colesterol LDL. Esto provocaba una disminución en la producción de serotonina, un neurotransmisor, lo que alteraba los estados de ánimo.
Otros estudios han mostrado que los afectados por cáncer de colon padecen de la misma insuficiencia, también llamada hipocolesterolemia. Pero la relación causa-efecto no ha sido plenamente demostrada.