Para oír mejor los latidos del corazón y el ritmo respiratorio del enfermo, los médicos utilizan el estetoscopio, el cual lleva el sonido directamente a sus oídos.
La auscultación constituye uno de los medios con que cuenta el médico para establecer su diagnóstico. Consiste en escuchar los ruidos que produce el funcionamiento de determinados órganos: los pulmones, las vías respiratorias, el corazón, etc. Así pues, auscultar es sinónimo de escuchar. El estetoscopio es como un teléfono que pone en comunicación al médico con el cuerpo del enfermo. El principio del estetoscopio fue descubierto por Laennec. En otros tiempos, los médicos utilizaban un aparato monoauricular en forma de copa. Los de nuestros días son biauriculares —dos oídos oyen mejor que uno.
El estetoscopio está constituido por uno o dos tubos de goma que terminan en dos olivas que se adaptan al oído y además dichos tubos enlazan con otro que contiene un diafragma (también llamado membrana) y una campana los cuales amplifican los sonidos de auscultación.