Los barros son pequeñas lesiones que se producen en la piel, sobre todo en la cara, como consecuencia de la obturación del orificio de salida de las glándulas productoras de sebo. A pesar de la obstrucción dichas glándulas siguen segregando, llenándose y originando una ligera protuberancia en la superficie de la piel. Por acción del oxígeno del aire, el sebo mas superficial sufre transformaciones físicas que le hacen tomar un color negro.
Los barros son mas frecuentes durante la adolescencia, época de la vida femenina en que existe una hiperactividad de todas las funciones del cuerpo y también de las glándulas de la piel. Sin embargo, pueden encontrarse en todas las edades, sobre todo en mujeres que tienen la piel grasienta.