La mezcla de cemento, gravilla y agua se convierte rápidamente en un material muy duro, el hormigón, que adquiere aun mayor solidez si le incorporamos una estructura de varillas de hierro. Entonces recibe el nombre de hormigón armado.
La alianza del cemento y las varillas de hierro ha permitido realizar a la arquitectura moderna auténticas proezas. La solidez del conjunto se debe a que el cemento, al fraguar, crea una estructura solidísima, que permite construir los más atrevidos edificios. Las obras del arquitecto frances Le Corbusier sobre pilares de cemento, los saledizos que cubren las tribunas de los estadios, los edificios de Brasilia, la capital futurista del Brasil, los viaductos, las autopistas, los rascacielos de Nueva York y otras ciudades caracterizan la arquitectura de nuestros días.