No hay mayor causa de llanto que no poder llorar.
No hay viento favorable para el que no sabe donde va.
No es preciso tener muchos libros, sino tenerlos buenos.
A vivir se aprende toda la vida, y toda la vida se ha de aprender a morir.
Todo poder excesivo dura poco.
Tan grande como la turba de los admiradores es la turba de los envidiosos.
Si quieres que tu secreto sea guardado, guárdalo tú mismo.
¡Estudia! No para saber una cosa más, sino para saberla mejor.
Lo que has de decir, antes de decirlo a otro, dítelo a ti mismo.
La mayor rémora de la vida es la espera del mañana y la pérdida del día de hoy.
La naturaleza nos ha dado las semillas del conocimiento, no el conocimiento mismo.
Lo que las leyes no prohíben, puede prohibirlo la honestidad.