La extracción de muelas y las operaciones quirúrgicas son dolorosas. Antiguamente se practicaban sin anestesia, y el operado sufría mucho. Hoy en día, se duerme al enfermo o se hace insensible una parte de su cuerpo. Ahora, el operado ya no sufre.
En toda intervención quirúrgica de importancia es indispensable aplicar anestesia local o general. Para ello, el cirujano cuenta con un especialista, el anestesista, que vigila el sueño del paciente durante toda la operación. Los anestésicos son productos que eliminan la sensibilidad y, en consecuencia, el dolor. Se inyectan en el cuerpo del paciente o se hace que este los inhale. Entre los anestésicos podemos citar el láudano, el éter, el cloroformo, el evipán, la morfina, el pentotal, el gas hilarante, etc.