Se han descubierto pirámides en México, Egipto, Perú, Nubia, Malasia, Iraq y China. Todas ellas se construyeron para albergar altares o templos en su cima, o para conmemorar o enterrar a grandes gobernantes. Su forma es producto de la lógica, ya que en la Antigüedad para construir una edificación muy alta se requería una base grande, y el enorme esfuerzo y costo para construirlas las hacía dignas del vínculo espiritual que todas comparten. De hecho, se piensa que la torre de Babel puede haber sido la primera pirámide en la historia.
Las estructuras de Teotihuacán y Giza, además de compartir la forma piramidal, están orientadas hacia el Polo Norte. Hay una pirámide en Centroamerica prácticamente idéntica a otra en la selva malaya y sin embargo no existen pruebas concretas de interacción entre estas culturas constructoras de pirámides. No obstante, se han descubierto rastros de cocaína y nicotina en las momias egipcias, ambas sustancias nativas del continente americano, y las cabezas olmecas muestran claramente facciones negroides. Una posible explicación es que haya existido contacto entre el continente africano y el americano mucho antes de la construcción de las pirámides, posiblemente una ruta comercial o mercantil. Hasta la fecha esta teoría no se ha podido comprobar.