Sean O'Connor sufre de un raro trastorno que le lleva a creer que sus miembros no pertenecen a su cuerpo.
Los primeros síntomas de la enfermedad surgieron cuando O'Connor tenía alrededor de 4 o 5 años de edad. El entonces niño tuvo la sensación de que sus miembros estaban de alguna forma desconectados de su cuerpo y que era mejor para él estar paralizado. Conocido como "trastorno de identidad de la integridad corporal" (BIID por sus siglas en inglés), la condición fue reportada por primera vez en el siglo XVIII, cuando un cirujano francés fue retenido por un hombre que a punta de pistola le pedía que le retirara una pierna.
"He tratado de romperme la espalda, pero no he podido. Necesito quedarme parapléjico, paralizado de la cintura para abajo", dijo O'Connor. "Yo no odio mis miembros – sólo los siento fuera de lugar." Soy consciente de que son como la naturaleza los diseñó, pero hay un malestar intenso por el solo hecho de sentir mis piernas y moverlas ".