Los cometas son objetos pequeños que pasan la mayor parte del tiempo lejos, muy lejos del Sol, mucho más allá de la órbita de Plutón. Cuando están allí no podemos verlos, pero de vez en cuando algunos cometas se acercan al Sol, en órbitas elípticas muy alargadas; es entonces cuando podemos observarlos.
Un cometa no es más que una bola pequeña, de unos cuantos kilómetros de radio, hecha de hielo, de agua y de otras sustancias, junto con partículas sólidas denominadas polvo. Cuando un cometa se acerca al Sol, el calor empieza a evaporar el material superficial del cometa, y se forma una especie de halo gaseoso. Pero cuando el cometa se aproxima aún más, este gas. además de empezar a brillar, es arrastrado por el viento solar, formando lo que se llama la cola o cauda del cometa, que llega a medir cientos de millones de kilómetros.