Los restos de Numancia, la ciudad más importante de los arévacos, se han hallado cerca de Soria. Numancia fue destruida por sus propios habitantes que, hambrientos y exhaustos después de soportar durante ocho meses el cerco de Publio Cornelio Escipion Emiliano, prendieron fuego a los edificios y se arrojaron a las llamas.
Numancia, capital de la tribu de los arévacos. era una antigua ciudad española de la Celtiberia, que estaba situada a 7 kilómetros de Soria, sobre un promontorio -la Muela del Garray-, junto al Duero y el Merdancho. Numancia capitaneo la resistencia de gran parte de la Celtiberia contra los romanos, y derrotó durante unos veinte años a varios ejércitos consulares. La ciudad cayó, por fin, en el año 133 a. de J.C., frente a Escipión Emiliano, tras la heroica resistencia de los numantinos, que incendiaron la ciudad y se arrojaron a las llamas casi en su totalidad. Gracias a las excavaciones efectuadas se han descubierto varios campamentos romanos en las afueras, parte de las murallas y amplios sectores de la ciudad.