En la mujer no es raro la aparición de trastornos gastroentéricos durante los días que preceden al periodo mensual, en cuyo caso las molestias gastrointestinales no necesitan tratamiento específico pues tienden a desaparecer una vez se termina la regla, causa que los ha provocado.
La lucha incorrecta contra el ESTREÑIMIENTO, uno de los achaques que más a menudo aquejan las representantes del sexo femenino, puede ser también motivo de la inflamación de las paredes que tapizan el estómago y los intestinos. Igualmente pueden presentarse alteraciones del tubo gastrointestinal como consecuencia del espíritu ahorrativo de muchas mujeres que guardan los restos de las comidas en condiciones poco higiénicas, utilizándolas varios días después. Ciertos comestibles pueden descomponerse sin que varíe por ello su sabor o apariencia. En este caso entre las 6 y las 24 horas después de haber ingerido el alimento descompuesto se presenta sensación de malestar y llenura localizada en el estómago, anorexia, náuseas y dolor de cabeza; la lengua puede aparecer saburral. El vómito que surge posteriormente en general soluciona el problema. En otros casos existen dolores abdominales y diarrea cuya intensidad provoca la pérdida de gran número de fluidos orgánicos, por lo que la mujer se siente debilitada y exhausta.
En ambos casos el tratamiento debe estar dirigido por un médico y mientras el mismo no ofrece sus consejos, se evitarán los purgantes y la administración de cualquier otro tipo de medicamentos. Se establecerá una dieta hídrica que se mantendrá hasta que desaparezcan los síntomas o hasta que el doctor la varíe. Mientras persisten las molestias agudas es conveniente mantenerse en la cama y el cambio de la dieta hídrica a la dieta normal se establecerá en forma muy lenta; pues este tipo de inflamación gastrointestinal suele recurrir con mucha frecuencia a la más ligera transgresión del régimen alimenticio.