Reciben este nombre la bahía y la playa de la capital de Guipúzcoa. La bahía de la Concha, de forma casi perfectamente circular y muy cerrada, es uno de los parajes más bellos de España.
De entre los innumerables atractivos que ofrece la bonita ciudad donostiarra, destaca su playa de la Concha, espléndida bahía natural que se abre entre los montes Igueldo y Urgull. Contribuyen a ello la belleza de su línea, que se asemeja al contorno de una concha; la finura de sus arenas; la suavidad de su oleaje, que antes de llegar a la orilla es amortiguado por el rompeolas natural de la isla de Santa Clara; su amplitud, y el hecho de encontrarse en pleno corazón de la ciudad. Otro de sus atractivos es el magnífico paseo de la Concha, circundado de tamarindos, que sigue toda la línea de la playa, formando una ideal terraza sobre ella. No es raro, pues, que desde Isabel II la casa real tuviera allí su residencia veraniega y que hoy día sea un importante centro turístico.