Es acelerador es el órgano del coche del que más hay que desconfiar: el que da al conductor la sensación de poder. ¡Que se guarde éste de ceder imprudentemente a la tentación de la velocidad y de pisarlo a fondo! El acelerador controla constantemente la potencia del motor regulando la alimentación de gases carburantes. Por medio de un sistema de varillas, gobierna la abertura de la mariposa del carburador, a partir del pedal sobre el cual actúa el pie del conductor.
Cuanto más se aprieta el pedal, más aumenta la abertura de la mariposa, y el motor, al aspirar un mayor volumen de gases carburados, adquiere más potencia.