Un radiotelescopio está formado por un plato grande, que enfoca las ondas de radio hacia un receptor. Enseguida se amplifican electrónicamente las señales, y se estudian por medio de una computadora. Algunos radiotelescopios se pueden dirigir, mientas que otros están fijos. El telescopio Arecibo, mostrado aquí, presenta el plato más grande del mundo y tiene un diámetro de 305 metros.
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