El termoplástico (escrito a veces como termo plástico) es un tipo de plástico hecho de resinas de polímero que se convierte en un líquido homogeneizado cuando se calienta y que endurece cuando se enfría. Cuando se congela, sin embargo, el termoplástico se convierte en un material como el cristal y sujeto a fracturas. Estas características, que dan al material su nombre, son reversibles. Es decir, puede ser recalentado, darle forma de nuevo y congelado repetidamente. Esta calidad hace que el termoplástico sea un material altamente reciclable.
Hay docenas de tipos de termoplásticos, con cada tipo variando en la densidad y organización cristalina. Algunos tipos que se producen comúnmente hoy en día son el poliuretano, polipropileno, policarbonato y acrílico. El celuloide, que se considera el primer termoplástico, hizo su aparición a mediados del siglo XIX y reinó en la industria por unos 100 años. Durante su pico de producción, el celuloide fue utilizado como un sustituto para el marfil. Hoy en día, se utiliza para hacer plectros de guitarra.
A veces, los termoplásticos se confunden con los plásticos termoestables. Aunque pueden parecer lo mismo, en realidad poseen propiedades muy diferentes. Mientras que los termoplásticos pueden fundirse en un líquido y enfriarse al estado sólido, los plásticos termoestables se deterioran químicamente cuando se someten a calor. Sin embargo, los plásticos termoestables tienden a ser más duraderos cuando se les enfría.