Dos hombres de análogo peso se golpean con sus puños provistos de guantes especiales. El vencedor es el que coloca más golpes en el cuerpo del adversario o el que pone fuera de combate (K.O.) al contrario.
Los boxeadores aficionados combaten para ganar un título de campeón, pero también para ser admitidos en las filas de los profesionales y conseguir así gloria y fortuna, como los grandes campeones casi legendarios. Para triunfar hay que ser fuerte, resistente, rápido, honesto e inteligente. También han de tener gran fuerza de voluntad para someterse a los diarios entrenamientos, y bastante valor para vencer el miedo, el desaliento y el dolor durante el combate. Es una profesión peligrosa y agotadora. Los golpes recibidos dejan a menudo huellas en el organismo; además, la hora de retirarse llega muy pronto. El boxeador debe prever y preparar un segundo trabajo que le ahorrará pagar algunas horas de gloria con una vida en la miseria.