Aproximadamente 600 mil histerectomías son realizadas por año en los Estados Unidos. El procedimiento es el segundo más frecuente aplicado a mujeres entre 35 y 50 años. Pero en el presente podemos decir que el temor, los traumas, el dolor y la convalecencia que esta intervención acarreaba son cosas del pasado, porque hoy la ciencia cuenta con LSH (Laparoscopic Supracervical Hysterectomy), un procedimiento diseñado para combatir el dolor y la recuperación a largo plazo. Se puede realizar en una consulta ambulatoria; luego de esta, la paciente regresa a su casa pasadas 24 horas y puede retornar a sus actividades regulares en menos de una semana. El LSH emplea un delgado y liviano telescopio que trabaja como una cámara de video. Sólo bastan 3 ó 4 pequeñísimas perforaciones en el abdomen por donde el médico efectúa la operación.