¿Cómo se forman los cursos de agua subterráneos?
Los fenómenos cársicos se observan en los relieves formados por rocas calcáreas. El agua pluvial, que contiene algunos ácidos en partículas muy diminutas, consigue disolver las rocas calcáreas con las que entra en contacto, de modo que con el tiempo se forman en estas rocas cavidades que pueden ser muy amplias: las grutas cársicas. Una vez ha penetrado en el subsuelo, el agua pluvial busca una vía de salida y continúa corroyendo las paredes entre una y otra grieta, hasta formar unas largas galerías por las que discurren auténticos ríos que llegan hasta el mar, bien subterráneamente o bien aflorando a la superficie en algunos de sus tramos. Un ejemplo típico está constituido por el río Timavo, que desemboca en las proximidades de Trieste. Este río desaparece bajo tierra en San Canziano, en la región del Carso, y tras un recorrido subterráneo de 40 kilómetros, aflora a la superficie en las proximidades del mar. Algunos espeleólogos han intentado seguir el curso subterráneo de algunos ríos, pero la empresa no ha sido posible a causa de la presencia de numerosos estrechamientos insuperables. Así, pues, el único medio para estudiar el curso de estos ríos es colorar sus aguas y observar sus afloramientos a la superficie.