Los antiguos decían: «La gota horada la piedra». Y los geólogos han comprobado que esta minúscula fracción de agua no sólo horada, sino que hasta construye piedras, durísimas por cierto. Si, para horadar un milímetro de roca son necesarias diez, cien mil gotas de agua, para construir un milímetro de piedra hacen falta diez, cien millones. Cuando penetramos en una gruta cársica, lo primero que nos asombra es la presencia de unas extrañas columnitas de forma cónica o cilindrica, que cuelgan de la bóveda o se levantan del suelo, y los espléndidos ropajes que adornan su techo. ¿Quién ha creado semejantes maravillas? La respuesta es sencilla: el agua. Cada gota contenía un microscópico fragmento calcáreo, y con el tiempo las acumulaciones de cal se han soldado hasta formar la roca.
¿Cómo se forman las estalactitas y las estalagmitas?
Los antiguos decían: «La gota horada la piedra». Y los geólogos han comprobado que esta minúscula fracción de agua no sólo horada, sino que hasta construye piedras, durísimas por cierto. Si, para horadar un milímetro de roca son necesarias diez, cien mil gotas de agua, para construir un milímetro de piedra hacen falta diez, cien millones. Cuando penetramos en una gruta cársica, lo primero que nos asombra es la presencia de unas extrañas columnitas de forma cónica o cilindrica, que cuelgan de la bóveda o se levantan del suelo, y los espléndidos ropajes que adornan su techo. ¿Quién ha creado semejantes maravillas? La respuesta es sencilla: el agua. Cada gota contenía un microscópico fragmento calcáreo, y con el tiempo las acumulaciones de cal se han soldado hasta formar la roca.