El 17 de agosto de 1807, una multitud congregada a orillas del río Hudson esperaba que un barco zarpara remontando el río. Este barco era el "Clermont". En vez de velas para navegar, estaba provisto de una máquina de vapor. Robert Fulton lo había diseñado y construido. Nadie suponía que pudiera navegar. El inventor tuvo que soportar las frases de burla de muchos de los presentes. Pero para sorpresa de los allí reunidos, el barco comenzó a alejarse, navegando. Los concurrentes echaron sus sombreros al aire en medio de aplausos. Había triunfado el barco de vapor.
Fulton nació en Pennsylvania, EE. UU. Desde que era niño se interesó por el dibujo. Al cumplir 21 años, ya se ganaba la vida como pintor retratista. Luego, decidió viajar a Inglaterra para estudiar con el famoso pintor Benjamín West.
Este artista le presentó a muchas personas importantes. Algunas de ellas eran aficionadas a los barcos, y Fulton se interesó también. Al principio le llamaban más la atención los submarinos. Luego, se dedicó a los barcos de vapor. Construyó uno y lo probó cerca de París. Resultó un fracaso. Construyó después otro y lo probó, sin lograr éxito tampoco.
Fulton regresó a América y triunfó con el "Clermont". Por ser éste el primer barco de vapor que realmente pudo navegar, se considera a Fulton como su inventor.