¿Quién fue el médico más famoso de la era romana?
Claudio Galeno nació en Pérgamo, en el Asia Menor, cuando esta región se hallaba bajo el dominio de Roma. Su prestigio le llevó, de ser un humilde cirujano de gladiadores, a médico personal del emperador Marco Aurelio, en el siglo II d. C. Recogió todo el saber de la medicina antigua, incluida la doctrina de los cuatro humores de Hipócrates, y se preocupó sobre todo por avanzar en el estudio de la anatomía y de la fisiología, de manera especial en lo que se refiere al sistema nervioso. Demostró que las arterias también contenían sangre, y no sólo las venas, como se creía hasta entonces. A partir de Galeno, la sangría (extracción de gran cantidad de sangre) se convirtió en un método habitual para sanar a un enfermo, desde luego no siempre con éxito. Galeno fue un espíritu enciclopedista. Literato, matemático y filósofo, se ocupó de la historia natural antes de consagrarse a la medicina; fue no sólo clínico, sino también anatomista y fisiólogo, habiendo diseccionado, a falta de cadáveres humanos, diversos animales, entre ellos, posiblemente, algunos monos. Las lecciones que impartía eran escuchadas atentamente por multitud de personas. Galeno, cuya actividad fue intensa hasta el final de su vida, recogió, sistematizó y puso en práctica los conocimientos médicos de su tiempo. Todo ello, además de sus aportaciones personales, constituyó un legado que, junto con la labor de Hipócrates, sirvió de guía a la profesión médica hasta la época renacentista.