Cuenta la leyenda que, un día del año 105, un chino llamado Tsai-Lung observó cómo una avispa arrancaba fibras de bambú y, al mezclarlas con su saliva, producía una papilla que, endurecida, le servía para fabricar los tabiques de su avispero. Tsai-Lung quiso imitarla: trituro pedazos de bambú y de morera, los mezcló con agua, filtro la pasta, la extendió y la dejó secar al Sol. Así nació la primera hoja de papel.