La Escuela de Zurich fundada por Jung se basaba en la psicología analítica o compleja, frente a la escuela psicoanalítica freudiana. En esa psicología analítica o compleja se distinguen dos tipos de influencias sobre la mente humana: la influencia del inconsciente personal, formado por las experiencias individuales, y la influencia del inconsciente colectivo, que también podría explicarse como un inconsciente racial, formado por las experiencias vividas por las generaciones precedentes a cada individuo. Ese interés por el inconsciente colectivo llevó a Jung a desarrollar profundas investigaciones sobre los mitos y los símbolos religiosos, y a crear el concepto de los arquetipos, que serían la expresión de huellas ancestrales y primitivas, comunes a todo el género humano y escondidas en el inconsciente colectivo de cada persona, y que en todo tiempo y lugar se han repetido tanto en forma de mitos y leyendas como de sueños y delirios.
Otra de las aportaciones más famosas de Jung a la psicología fue su clasificación de los tipos humanos en extravertidos e introvertidos; igualmente se debe a Jung la incorporación al lenguaje común de la palabra complejo en su sentido psicológico. En el tratamiento de las neurosis, Jung hizo hincapié en el estudio de las condiciones ambientales que rodean al individuo, como conjunto de factores que se oponen a la satisfacción de las necesidades inmediatas del paciente. Jung mejoró también el análisis, tenido ya en cuenta por Freud, de las asociaciones de palabras en los conflictos emocionales.
Carl Gustav Jung, suizo nacido en Basilea en 1875, es considerado hoy como uno de los pilares en que se han basado la moderna psicología y la psiquiatría.
Al igual que Freud, aunque por otra línea, Jung fue de los escasos pensadores que abrieron un camino, casi inexplorado en su época, hacia el conocimiento de la mente humana, de su comportamiento y del tratamiento de sus desequilibrios. Murió en el año 1961.