Heterótrofo. — Este término designa a todos los organismos que son incapaces de desarrollarse sin utilizar moléculas orgánicas fabricadas por otros seres vivos. Es el caso de todos los animales (entre ellos el hombre), de los hongos, de las bacterias sin clorofila y de ciertos vegetales clorofílicos parásitos.
Existen múltiples formas de ser heterótrofo, según la naturaleza de los compuestos orgánicos exigidos. Las Euglenas, algas unicelulares clorofílicas, requieren la presencia de vitaminas B 1 y B 12 en su medio vital, ya que han perdido la facultad de sintetizar esos factores de crecimiento.
Algunos hongos necesitan un medio mineral con glucosa, que resulta la fuente de carbono y facilita, por las oxidaciones respiratorias, la energía necesaria para la vida. Los seres evolucionados, como el hombre, han perdido la facultad de sintetizar numerosas substancias orgánicas indispensables para la vida, como las vitaminas y un cierto número de aminoácidos y de ácidos grasos indispensables que han de encontrarse en sus alimentos.
Esta heterotrofía es compleja y varía según las especies de mamíferos: la rata ha conservado la capacidad de producir el ácido ascórbico (llamado vitamina C), mientras que el hombre se ve obligado a procurárselo mediante la alimentación.