Una gigante roja, una estrella cercana al fin de su vida, es inestable y es de esperarse que principie a cambiar. De pronto sopla sus capas exteriores y las lanza al espacio exterior, que se ven como un enorme anillo de humo. Estos anillos se llaman nebulosas planetarias, porque se asemejan a un brumoso planeta, cuando se observa por medio de un telescopio pequeño.
Se pueden ver varias nebulosas planetarias desde la Tierra. La que se muestra en la foto es la nebulosa de anillo en la constelación de la Lira. En el centro de la nebulosa está todo lo que queda de la estrella original —una pequeña enana blanca.
Esta enana blanca, como del tamaño de la Tierra, es de 1 000 a 10 000 veces más pequeña que la gigante roja de la que se formó, pero es muy densa. Sólo una cucharada de materia de la enana blanca pesará como 10 toneladas.