August Strindberg


   August Strindberg (1849-1912). Con Selma Lagerlof, forma Strindberg la pareja sobresaliente de las letras suecas. Nació en Estocolmo, estudió en Upsala y fue maestro, periodista y bibliotecario en su ciudad de origen; después, viajó por diversos países de Europa. Tres veces se casó y en los tres matri­monios fue desdichado: esto explica la misoginia que se advierte en sus obras.

   A su primera época, pertenecen los dramas El Padre y Señorita Julia. Pero el drama­turgo de las contradic­ciones presenta en su vida y en su obra sor­prendentes aspectos de contrapuesto colorido y carácter. Strindberg fue un verdadero escéptico de las doctri­nas y sistemas demo­cráticos en una etapa de su actividad (Master Olov), cambia y evoluciona de tal ma­nera, que las izquier­das suecas le organiza­ron un homenaje y una subscripción nacional en su sexagésimo ani­versario (1909). Es un escritor naturalista de fibra excepcional, que cuando sufre la influencia de Nietzche a través de las enseñanzas de Brandes en Copenhague, reacciona vigorosamente y escribe una de sus más logradas producciones: En alta mar (1890); y cuando su inquietud lo lleva a la crisis espiritual, sale de ella por el camino de la fe y es­cribe su Hacia Damasco, trilogía dramática de pri­mera importancia literaria y escénica. Poco antes de morir, reingresó en la socialdemocracia.

   Entre las dramas de August Strindberg de tema histórico y nacional, sobresalen Gustavo Vasa, Gustavo Adolfo y Car­los III. Muchas de sus novelas tienen carácter auto­biográfico: El cuarto rojo (1879), primer ejemplo de narración naturalista sueca, El hijo de la criada (1886), La alcoba gótica (1904) y otras.
Decía de él Andrenio, el crítico español: "Alcan­zó la gloria y la popularidad, pero al final de un camino lleno de espinas que no le dejó tiempo para que en sus obras brillase, si su temperamento lo hu­biera permitido, una sonrisa optimista... Héroe poco seguro, dice uno de sus biógrafos, por sus mu­chas profesiones de fe y su ideología contradicto­ria... Tal fue el autor de esa singular Danza Ma­cabra, original hasta en la aplicación del título y en la repartición escénica. La vida del autor es un co­mentario muy aclarador del drama, y éste, un texto vivo, una confesión de la psicología del dramaturgo." Cincuenta y cinco volúmenes llenan las obras com­pletas de este gran escritor sueco, de inquietud mor­bosa y de moral discutida, muy desigual, pero artis­ta indiscutible. De lejos, la figura y las obras de August Strindberg se agrandan y se colocan con mérito indiscutible junto a las de los también es­candinavos Ibsen y Bjoernson.