La "puszta" (palabra húngara que significa desierto) designaba la inacabable llanura húngara, antigua estepa situada al este del Danubio, hoy irrigada y convertida en tierra de cultivo.
La puszta ya no es en la actualidad la gran extensión de pastos y arena, dominio de los grandes rebaños que fue en el pasado. Plantaciones de acacias han estabilizado las dunas y los sistemas de irrigación permiten cultivar incluso el arroz. De cualquier forma, numerosas manadas de caballos, bueyes y carneros siguen buscando su sustento en la puszta, conducidos por jinetes, los "czitos", expertos en el manejo del lazo y en sortear las arenas movedizas. Estos bravos magiares galopan por la estepa como lo hizo en su tiempo el temible Atila, jefe de los hunos, originario sin duda de la puszta húngara y considerado como el primer héroe nacional del país de los cíngaros.