Las bacterias pueden provocar tumores. Una de ellas es el Agrobacterium tumefaciens, que ataca a un gran número de plantas (se sabe de unas 142). Los tumores que provoca presentan algunas analogías con el cáncer de los animales, razón por la que se les ha estudiado mucho.
Se ha podido comprobar que es fácil provocar un tumor, hiriendo a una planta con una aguja previamente remojada en un cultivo de Agrobacterium. Al cabo de unos días el tumor se desarrolla, las células proliferan y surge una hinchazón que continúa creciendo hasta la muerte de la planta. Sin que haya otras inoculaciones de la bacteria, se pueden desarrollar con rapidez nuevos tumores a alguna distancia del tumor principal. Se ha podido demostrar que la bacteria transforma completamente el metabolismo de las células, las "descompone" y hace que éstas fabriquen sustancias como la auxina, que aceleran su proliferación. Estos tumores no son dañinos para el hombre y no le son transmisibles. El interés esencial del estudio era de hecho mostrar cómo un organismo extraño puede modificar el metabolismo de una célula, al grado de hacerla multiplicarse de manera anárquica.