Es sabido por todos que en Oriente, y antes de nadie, los chinos habían «imprimido» un libro con tipos de porcelana en el año 848, pero el invento de la imprenta propiamente dicho se produjo en Occidente, en el año 1450. Tal como suele ocurrir cuando se divulga una realización, muchos fueron los que alegaron ser los inventores de los tipos móviles con los que se imprimen los libros. Generalmente, sin embargo, el invento se atribuye a Gutenberg, artesano de la ciudad renana de Maguncia. Los primeros tipos utilizados por Gutenberg eran de madera, y las máquinas de la imprenta se manejaban a mano.