La necesidad de nuevas instalaciones portuarias
Desde hace algunos años, y por iniciativa de la industria japonesa, se han empezado a construir buques de enormes dimensiones destinados al transporte de petróleo. El primero de ellos poseía una capacidad de 103.000 toneladas, y sus dimensiones ya parecían monstruosas. Hoy los superpetroleros de 200.000 toneladas se han convertido en una realidad. Es fácil prever, pues, que tales dimensiones se superarán muy pronto. La situación crea graves problemas en los puertos donde dichos buques atracan, como consecuencia de su colosal envergadura en comparación con los modelos normales. Las instalaciones portuarias destinadas a los buques mercantes deberán sufrir, pues, una transformación completa para hacer posible la carga y descarga del crudo. Las circunstancias políticas también pueden repercutir directamente en el comercio, como ocurrió con el cierre del canal de Suez, agudizando el problema de los grandes buques mercantes, sobre todo de aquellos destinados al transporte de materiales de alto valor.