La extraña visita a un OVNI.
En 1968, un paciente fue confinado en su cama, con clavos a través de su tibia y fémur, en un hospital de Honolulú. Aunque no podía moverse, le informó a un enfermero que abandonaría el hospital durante una hora esa tarde para visitar amigos de un OVNI. A la hora de la recorrida médica, esa tarde el paciente había desaparecido, dejando los clavos de metal sobre su cama.
La policía militar realizó una extensa búsqueda en el hospital y sus alrededores, pero no encontraron rastros del hombre supuestamente inmovilizado. Cuando más tarde se revisó nuevamente la habitación del paciente, éste estaba otra vez en su posición primitiva con los clavos colocados en su lugar. Explicó que había estado con sus amigos de otros mundos, exactamente como le había comunicado al joven enfermero que estaría.