El diámetro del hoyo de golf se determinó por casualidad. Dos jugadores de golf que se hallaban en el campo de St. Andrews, encontraron un hoyo tan estropeado que no lo pudieron usar. Gran parte de la arena había sido sacada por jugadores anteriores para hacer tees (montoncillo de tierra o arena donde se coloca la pelota de golf para ser golpeada). Deseosos de reparar el daño y poder continuar el juego, miraron a su alrededor y encontraron parte de una tubería de desagüe. La insertaron en el hoyo y como ocurrió que ésta medía cuatro pulgadas y cuarto de diámetro, todos los hoyos tienen ahora esa medida.