Los láseres producen un flujo constante de fotones (partículas de luz) en una sola frecuencia, lo que significa que la luz puede ser controlada y utilizada de diferentes maneras. Albert Einstein propuso la teoría detrás de los láseres en 1916, pero ésta no se puso en práctica por casi 30 años.
En 1954 un grupo de científicos inventaron el "máser" (amplificación de microondas por emisión estimulada de radiación).
El máser utilizaba microondas. Luego los investigadores utilizaron luz en su lugar y el primer dispositivo que produjó un rayo láser (amplificación de luz por emisión estimulada de radiación) fue un cristal de rubí, construido en 1960 por el físico Theodore Maiman Harold, y basado en investigaciones de Charles Townes (que había ayudado a inventar el máser) y Arthur Schawlow.
Por ese entonces otro investigador, Gordon Gould, había también investigado la tecnología láser y afirmó haber inventado el láser tres años antes del dispositivo de Maiman. Una gran batalla legal comenzó, la cual Gould perdió al principio, pero en 1977 se le concedieron varias patentes por su diseño láser. Sin embargo, Townes y Schawlow fueron galardonados con el Premio Nobel.
Hoy en día, los láseres leen CDs y DVDs, cortan metal, toman medidas, hacer hologramas y se utilizan en cirugía. Actualmente la tecnología láser ha hecho grandes avances para su uso en la guerra, principalmente como medio de defensa para derribar misiles enemigos.