Hasta hace unas décadas, las únicas personas que, "hacían", o decían, "hacer", llover eran los brujos indios. Si eran efectivos o no para cumplir lo que decían, no se sabe.
Pero a finales de 1940, los científicos desarrollaron una técnica para hacer caer la lluvia. Sin embargo, esta técnica sólo puede utilizarse cuando las nubes del tipo cumulus están en el cielo y sólo cuando están llenas de humedad.
El, "hacedor de lluvia", generalmente un meteorólogo, vuela sobre las nubes en un avión y las rocía con polvo de hielo seco o un producto químico, como el yoduro de plata. Este procedimiento se llama "siembra".
Estas pequeñas partículas de hielo seco o yoduro de plata flotan en las nubes y la humedad de las nubes se aferra a ellas. A medida que más y más humedad se reúne alrededor de las partículas, éstas se ponen muy pesadas para flotar por lo que caen al suelo en forma de lluvia, o si la temperatura del suelo es muy baja, caen como nieve.
