Mientras que los geólogos no están de acuerdo en cuanto a cómo exactamente se formaron los diamantes, sí lo están en cuánto a que los diamantes están formados enteramente de carbono y que fueron necesarios un intenso calor y presión para que el carbono se transformara en diamantes. Este calor y presión sólo existen en el interior de la tierra donde los volcanes crean estas condiciones.
Otra cosa en que todos están de acuerdo, geólogos y usuarios de diamantes por igual, es que los diamantes son los minerales más duros y de los más valiosos que el hombre ha conocido jamás. No sólo los diamantes se utilizan en joyería (alrededor del 20% de todos los diamantes extraídos), pero son más ampliamente utilizados en la industria, para cortar el metal muy duro, como las puntas de las brocas que se usan en la minería y muchas otras cosas más.
Sudáfrica produce cerca del 80% de los diamantes del mundo, seguido de Rusia y América del Sur. Los campos de diamantes de Sudáfrica fueron descubiertos en 1866 cuando los niños de un agricultor encontraron "una bonita piedra" en el lecho de un río, una piedra que resultó ser un diamante con un valor de 2.500 dólares (de aquel entonces).
A pesar de que ya se pueden producir diamantes artificiales hoy en día (por la compresión del carbono bajo un intenso calor y presión), estos son en su mayor parte para usos industriales y son de menor tamaño que un grano de sal. Los diamantes artificiales de un tamaño necesario para usarse en la joyería costarían más que el costo de extraer de la tierra diamantes naturales del mismo tamaño.
El diamante más grande hallado es el diamante Odlinan, ahora parte de las joyas de la corona británica, el cual pesaba 3.106 quilates al ser extraído de la mina.