No. Cada líquido tiene su propio punto de congelación. El agua, por ejemplo, se congela a los 0° Celsius (32° Fahrenheit).
El mercurio se congela a una temperatura más baja, a los -39° C (-38° F), una buena razón por lo que se le utiliza en la mayoría de los termómetros.
El agua salada o agua de mar, se congela alrededor de los -1,9° C (28,5° F), una temperatura menor que la del agua dulce debido al exceso de sal en aquella.
El alcohol se congela a unos -130° C (-202° F.). Debido a este punto de congelación extremadamente bajo, el alcohol se mezcla con agua en los radiadores de los automóviles para impedir que el agua se congele durante el invierno.