Una de las plantas de fama más triste es la del árbol estrangulador, que viene en diversas variedades. Un ejemplo es la higuera estranguladora de Brasil, cuyo fruto sirve de alimento a las aves nativas.
Una vez que un pájaro se ha comido un higo, puede volar con algunas semillas en su boca. A menudo, depósita estas semillas en la parte superior de un árbol alto, donde las semillas germinan. La semilla al crecer envía un doble juego de raíces. Un grupo de raíces se dirige hacia el suelo, el otro se envuelve en torno a una rama del árbol huésped.
Una vez que el primer grupo de raíces penetra el suelo, la higuera estranguladora se hace más fuerte, apretando con más fuerza alrededor del árbol huésped.
Por último, la savia no puede fluir a través del árbol huésped para nutrirlo y muere. Pero la higuera estranguladora es ahora lo suficientemente fuerte como para vivir por su cuenta, tomando el lugar que antes ocupaba su víctima.