Cuando estás en una casa caliente y hace frío en el exterior, es muy probable que hayas visto que las ventanas se empañen. Incluso, alguna vez habrás hecho un dibujo en la ventana con un dedo encontrando que éste se humedeció. ¿Te has preguntado alguna vez por qué sucede ésto? ¿De dónde vino esa agua?
El aire a nuestro alrededor contiene vapor de agua, pequeñas gotitas que ni siquiera podemos ver. Estas gotas se desplazan muy rápidamente en el aire cálido de una habitación, pero cuando se acercan a una ventana fría, se mueven más lentamente. Entonces, en vez de seguir moviéndose y rebotar cuando tocan la ventana se pegan al cristal. Cuando más gotas se pegan al vidrio, éstas se pueden comenzar a ver y sentir.
Lo mismo ocurre en un cuarto de baño cuando hemos tomado una ducha de agua caliente. Entonces, las ventanas y la superficie de los espejos se ven empañados con vapor.