El TGV tiene el récord de mayor velocidad en condiciones especiales de prueba. En 1990 alcanzó la velocidad de 515,3 km/h, y el 3 de abril de 2007 superó su propio registro al llegar a los 574,8 km/h en la línea París-Estrasburgo.
Actualmente la red del TGV conecta París con otras ciudades de Francia y con la mayoría de sus países vecinos.